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Tendinitis de la muñeca: síntomas, causas y tratamiento

La tendinitis de la muñeca es una inflamación de los tendones que conectan los músculos del antebrazo con los huesos de la mano. En la muñeca hay aproximadamente seis tendones que permiten controlar los movimientos de la muñeca, la mano y los dedos. La irritación y el dolor pueden afectar a cualquiera de estos tendones si se realiza un uso excesivo o se presenta una lesión como un esguince. Entre las formas más comunes se encuentran la tendinitis de De Quervain, que afecta a los tendones cercanos al pulgar, y la tendinitis del lado ulnar, que compromete tendones del lado del dedo meñique.

Qué es la tendinitis de la muñeca: contexto y variantes

Desarrollo de la condición

La tendinitis de la muñeca suele resultar de estrés repetitivo sobre los tendones de la muñeca. Cada tendón está rodeado por una vaina lubricante denominada siringe tendinosa (o vaina tendinosa). La sobrecarga puede irritar esta vaina, produciendo inflamación y aumento del grosor. Al irritarse la vaina, el tendón tiene menor capacidad para deslizarse con suavidad, lo que genera compresión y dolor en los movimientos de la muñeca y los dedos.

Quiénes están en riesgo

Factores de riesgo claramente identificados

  • Actividad laboral o recreativa: trabajos o hábitos que implican movimientos repetitivos de la muñeca, como decoración de pasteles, peluquería, uso de maquinaria pesada o escritura frecuente, incrementan el riesgo de tendinitis.
  • Sexo y edad: las mujeres y las personas mayores de 40 años muestran mayor susceptibilidad.
  • Historia previa: antecedentes de lesiones de tendones o de dolor en la parte externa del codo (epicondilitis lateral) aumentan la probabilidad de recurrencia.
  • Estilo de vida y hábitos: fumar puede influir negativamente en la salud de los tendones y la curación. Comportamientos como iniciar una actividad nueva sin acondicionamiento adecuado también elevan el riesgo.
  • Condiciones médicas: diabetes, osteoartritis, artritis reumatoide o gota se asocian a un mayor riesgo de desarrollar tendinitis en la muñeca.
  • Patrones de movimiento: malas posturas de brazo, muñeca o mano al escribir, enviar mensajes o realizar otras tareas repetitivas pueden predisponer a la irritación tendinosa.

Detonantes y situaciones típicas

  • Actividades que requieren esfuerzo sostenido de la muñeca y el dedo pulgar, a veces descritas como movimientos de agarre o giro repetido.
  • Iniciar una actividad física o deportiva sin una adecuada preparación o calentamiento.
  • Continuar con dolor y esfuerzo a pesar de la primera molestia, lo que agrava la inflamación.

Frecuencia y alcance

¿Qué tan común es la tendinitis de la muñeca?

La tendinitis de la muñeca no es extremadamente frecuente. En términos generales, se describe como una condición poco común, con estimaciones que sitúan la afectación en rangos moderados dentro de la población, variando entre hombres y mujeres.

Síntomas y causas: qué observar

Qué causa la tendinitis de la muñeca

La tendinitis de la muñeca es típicamente resultado de estrés repetitivo sobre los tendones de la muñeca. Esta sobrecarga provoca irritación de la vaina tendinosa, inflamación y aumento de grosor, lo que dificulta el deslizamiento del tendón y genera dolor durante el movimiento de la muñeca y de los dedos.

Señales y manifestaciones clínicas

  • Dificultad para realizar movimientos comunes, como abrir frascos, girar tiradores de puertas o levantar mascotas, bebés o niños pequeños.
  • Rigidez y sensaciones de agarrotamiento o “capturas” al mover la muñeca o los dedos.
  • Hinchazón alrededor de la muñeca o en las bases de los dedos.
  • Dolor en la muñeca, especialmente a lo largo del lado cercano al pulgar o al meñique.

Diagnóstico y pruebas

Cómo se establece el diagnóstico

El diagnóstico suele hacerse a partir de la exploración clínica y la revisión de los síntomas. El profesional de salud puede palpar ciertas áreas de la antebrazo, la muñeca, la mano o los dedos para valorar inflamación o sensibilidad. También puede pedir al paciente que realice movimientos concretos, como cerrar el puño o rotar la muñeca, para identificar la fuente del dolor.

Otras condiciones que pueden imitar la tendinitis

Algunas situaciones que podrían parecer similares en los signos o síntomas incluyen:

  • Artritis, que provoca dolor, hinchazón e inflamación de las articulaciones.
  • Síndrome del túnel carpiano, por compresión de un nervio en la muñeca que puede causar entumecimiento y hormigueo.
  • Dedo en gatillo, cuando tendones inflamados mantienen un dedo en posición flexionada.
  • Fracturas de la muñeca, que son roturas en los huesos de la zona.

Pruebas de imagen

En algunos casos, el médico puede solicitar pruebas de imagen para descartar otras condiciones y confirmar la tendinitis, como radiografías (rayos X), resonancia magnética (RM) o ultrasonido.

Tratamiento y manejo

Enfoque conservador inicial

La mayor parte de las personas mejora con tratamientos no quirúrgicos. Las opciones habituales incluyen:

  • Medicamentos: los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden reducir el dolor y la inflamación. En algunos casos, se pueden considerar inyecciones de esteroides cerca de las articulaciones de la muñeca o los nudillos para disminuir la inflamación.
  • Terapia física u ocupacional: profesionales especializados pueden ayudar a recuperar fuerza, movilidad y rango de movimiento en la muñeca y los dedos, además de enseñar técnicas para realizar actividades diarias con menos dolor.
  • Descanso: reducir o evitar las actividades que agravan el dolor es clave para la recuperación de la tendinitis.
  • Método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación): aplicar hielo en la muñeca durante unos 20 minutos cada dos horas con una protección entre la piel y el hielo, manteniendo la mano por encima del nivel del corazón para disminuir la hinchazón.
  • Ortesis o férula: un dispositivo de soporte que inmoviliza la muñeca y, a veces, los dedos para permitir la curación. Puede ser un dispositivo hecho a medida o uno disponible en el comercio.

Cirugía: cuándo podría considerarse

Si los síntomas no mejoran tras varios meses de tratamiento conservador, puede ser necesaria la intervención quirúrgica. En la mayoría de los enfoques quirúrgicos de la tendinitis de la muñeca se busca:

  1. Eliminar el tejido dañado que rodea la vaina del tendón.
  2. Realizar pequeñas incisiones en la vaina para liberar el tendón y permitir un mayor espacio para su movimiento.

La cirugía de tendinitis de la muñeca suele ser un procedimiento ambulatorio, lo que implica que no es necesario permanecer en el hospital. En la intervención se puede usar anestesia local, regional o general. Tras la operación, se aplica un vendaje o una férula en la muñeca y, en la mayoría de los casos, las suturas se retiran aproximadamente a las dos semanas.

Riesgos de la cirugía

  • Infección y daño nervioso.
  • Pain o sensaciones de hormigueo en la muñeca o los dedos.
  • Mala o incompleta cicatrización de la herida.
  • Formación de tejido cicatricial que limite el movimiento.
  • Desplazamiento o subluxación del tendón tras la intervención.

Pronóstico y evolución

Perspectiva a largo plazo

La mayoría de las personas con tendinitis de la muñeca responden favorablemente a los tratamientos y no quedan con daños crónicos significativos en la muñeca. Tras la curación, la terapia física u ocupacional puede ayudar a recuperar la fuerza y la movilidad, y a aprender estrategias para realizar las actividades favoritas con menor tensión en la muñeca.

Riesgo de recurrencia y conducta adecuada

Tras un esguince o una lesión tendinosa, hay una probabilidad mayor de volver a sufrir una lesión tendinosa en el futuro. Es particularmente importante proteger la muñeca al practicar deportes o realizar movimientos repetitivos. En términos generales, no debe forzarse la muñeca ante dolor, ya que el dolor es una señal del cuerpo que indica la necesidad de descanso y reevaluación.

Prevención y hábitos para reducir el riesgo

Estrategias prácticas

  • Evitar el sobreuso de tendones en la muñeca y la mano; distribuir las cargas de trabajo y limitar las tareas repetitivas cuando sea posible.
  • Abandonar hábitos perjudiciales como fumar, que puede afectar la salud de los tendones y la reparación de lesiones.
  • Estiramientos y calentamiento de la muñeca antes de realizar actividad física o laboral que implique movimientos repetitivos.
  • Pausas frecuentes durante tareas intensivas de escritura u otras actividades que tensen la muñeca, para reducir el estrés acumulado.
  • Uso de soporte o férula protectora si el profesional de salud lo recomienda, para limitar movimientos que irriten los tendones durante ciertas actividades.

Cuándo consultar a un profesional

Señales de alarma que requieren revisión médica

  • No poder mover la muñeca o los dedos.
  • No poder flexionar la mano para formar un puño o agarrar objetos.
  • Caída frecuente de objetos que se sostienen en la mano o dolor intenso y repentino.
  • Hinchazón marcada o cambio de color en la piel alrededor de la muñeca.

Notas sobre manejo práctico y plan de cuidado

Es importante seguir las indicaciones del equipo sanitario y adaptar las actividades diarias para favorecer la recuperación. En la práctica, esto puede implicar combinar descanso con ejercicios supervisados, controlar el dolor con AINEs cuando esté indicado y mantener una vigilancia estrecha de la evolución de la inflamación. Si se considera tratamiento invasivo, discutir con el profesional las opciones, tiempos y expectativas realistas, así como las señales de alerta que justificarían un nuevo abordaje médico.

Bibliografía

Autor

Autor Íñigo Aranda Íñigo Aranda Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar. Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.