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¿Qué es la infertilidad masculina?

La infertilidad masculina es una condición que afecta la capacidad de un hombre para concebir, ya sea por dificultades con la producción de espermatozoides, su calidad o la anatomía del sistema reproductivo. Factores biológicos, ambientales y de estilo de vida pueden contribuir. Este artículo resume qué es, qué signos existen, cómo se diagnostica, qué tratamientos existen y cómo vivir con este reto, incluyendo opciones de reproducción asistida y estrategias de prevención.

Definición y alcance

La infertilidad puede involucrar a la pareja, pero cuando se refiere específicamente al hombre hablamos de infertilidad masculina. Se define como la incapacidad de lograr un embarazo tras un año de relaciones sexuales sin protección, en una pareja que desea concebir. A nivel mundial, la infertilidad afecta a cientos de millones de personas, y la participación del varón es la causa en aproximadamente la mitad de los casos. En ciertos estudios realizados en Estados Unidos, la infertilidad masculina se asocia a aproximadamente entre el 10% y el 15% de los varones que buscan concebir.

Conducir la concepción es un proceso complejo que depende de múltiples factores en los sistemas reproductivos masculinos y femeninos. Entre los elementos clave se incluyen: la producción de células reproductoras sanas (espermatozoides) y una célula ovárica sana (óvulo), la permeabilidad de las trompas de Falopio para que los espermatozoides alcancen el óvulo, la capacidad de los espermatozoides para fertilizar el óvulo al encontrarse, y la implantación del embrión en el útero. Para que el embarazo progrese hasta el término (aproximadamente 39-40 semanas), el embrión debe ser viable y el entorno hormonal de la mujer debe ser adecuado para el desarrollo del embrión. La infertilidad puede surgir si se ve afectado alguno de estos aspectos.

Síntomas y causas

Señales de alerta y signos clínicos

El síntoma principal de la infertilidad masculina es la imposibilidad de tener un hijo biológico. Sin embargo, la infertilidad puede coexistir con otros síntomas y efectos psicológicos. Entre las experiencias emocionales que pueden acompañar este cuadro se encuentran:

  • Depresión
  • Pérdida o duelo
  • Duelo emocional ante dificultades de fertilidad
  • Sentimientos de inadecuación o fracaso

En algunos casos, la infertilidad puede asociarse a una producción baja de testosterona en los testículos. En esa situación pueden presentarse signos como cansancio, disfunción eréctil, depresión, ganancia de peso y apatía. Si aparecen estos síntomas, puede ser útil consultar a un urólogo especializado en infertilidad masculina o a un endocrinólogo reproductivo.

Causas de la infertilidad masculina

Las causas de la infertilidad masculina son diversas y pueden clasificarse en factores biológicos, genéticos, médicos, infecciosos, ambientales y hormonales. Entre las más relevantes se encuentran:

  • Problemas con el semen, como espermatozoides mal formados (anomalías morfológicas), recuento bajo de espermatozoides (oligospermia) o ausencia de espermatozoides en el semen (azoospermia).
  • Trastornos genéticos, como síndromes y condiciones hereditarias que afectan la producción o función espermática (p. ej., síndrome de Klinefelter, distrofia miotónica en ciertos contextos).
  • Condiciones médicas, como diabetes, algunas enfermedades autoinmunes que atacan a los espermatozoides o fibrosis quística.
  • Infecciones, que pueden incluir epididimitis, orquitis y infecciones de transmisión sexual (ITS) como gonorrea o VIH.
  • Venas varicosas en los testículos (varicoceles), que pueden afectar la calidad del semen.
  • Tratamientos oncológicos, como quimioterapia, radioterapia o extirpación quirúrgica de los testículos (orquiectomía).
  • Traumatismos testiculares.
  • Desórdenes hormonales que afecten al hipotálamo o a las glándulas pituitarias.

Factores de riesgo

La infertilidad puede afectar a cualquier hombre, pero algunos factores aumentan la probabilidad de presentar problemas de fertilidad. Entre ellos se encuentran:

  • IMC superior a 25 (sobrepeso u obesidad).
  • Edad de 40 años o más.
  • Exposición a radiación.
  • Exposición a toxinas ambientales (p. ej., plomo, pesticidas, mercurio).
  • Uso de tabaco, marihuana o alcohol.
  • Medicamentos específicos, como flutamida, espironolactona, bicalutamida.
  • Exposición prolongada a calor que eleva la temperatura de los testículos (p. ej., saunas, jacuzzis). Incluso el uso de una silla de ruedas puede aumentar la temperatura escrotal.
  • Historia de testículos no descendidos o de varicoceles.
  • Terapia con testosterona para tratar la deficiencia de testosterona.
  • Uso de esteroides anabólicos o suplementos que contengan trazas hormonales para aumentar la masa muscular.

¿El semen es espeso o líquido?

El semen es el líquido blanquecino-grisáceo que se expulsa durante la eyaculación. Contiene espermatozoides y fluidos que ayudan a depositar los espermatozoides en la porción alta de la vagina, además de proteínas, vitaminas y minerales que nutren a los espermatozoides. Normalmente, el semen es espeso y pegajoso; un semen more líquido puede indicar recuentos de espermatozoides bajos y, por ende, infertilidad.

Diagnóstico y pruebas

¿Cómo se diagnostica la infertilidad masculina?

Un médico de atención primaria puede diagnosticar la infertilidad masculina o derivarlo a un especialista (urólogo o endocrinólogo reproductivo). El examen físico completo ayuda a evaluar la salud general e identificar problemas físicos que puedan afectar la fertilidad. El médico también puede preguntar sobre hábitos sexuales e historial médico, como:

  • Tiempo que llevan intentando concebir con su pareja.
  • Historial de embarazos anteriores con pareja.
  • Historial de ITS y tratamientos previos.
  • Uso de métodos anticonceptivos y fechas.
  • Historia familiar de infertilidad masculina.
  • Hábitos como tabaquismo, consumo de alcohol o uso de drogas recreativas.
  • Medicamentos actuales.

Si la exploración física y la historia clínica no revelan una causa evidente, se pueden solicitar pruebas para identificar la causa de la infertilidad.

Pruebas diagnósticas clave

La análisis de semen es una de las pruebas principales para ayudar a diagnosticar la infertilidad masculina. Consiste en un análisis de una muestra de semen en laboratorio para evaluar volumen, concentración y calidad de los espermatozoides. pueden solicitarse otras pruebas para confirmar o descartar causas:

  • Pruebas de imagen: ecografía, resonancia magnética (MRI) u otras pruebas no invasivas, o pruebas invasivas como un venograma, para evaluar el tracto reproductivo y posibles obstrucciones.
  • Análisis de sangre: medir niveles hormonales y buscar anomalías en genes o cromosomas que expliquen la infertilidad.
  • Análisis de orina: para descartar ITS y diabetes u otros trastornos que afecten la reproducción.
  • Punción o biopsia testicular: extracción de una pequeña muestra de tejido testicular para evaluar la producción de espermatozoides.

Tratamiento y manejo

¿Se puede corregir la infertilidad masculina?

Sí. En función de la causa, existen múltiples opciones de tratamiento que pueden restaurar o mejorar la fertilidad masculina. Las estrategias se pueden agrupar en cambios de estilo de vida, tratamiento farmacológico, intervenciones quirúrgicas y tecnologías de reproducción asistida.

Cambios en el estilo de vida

Algunas modificaciones pueden aumentar la producción y calidad de los espermatozoides. Entre ellas se incluyen:

  • Mantener un peso saludable y evitar el sobrepeso.
  • Consumir una dieta rica en frutas y vegetales y favorecer una alimentación equilibrada.
  • Realizar actividad física regular, como caminar, trotar, andar en bicicleta, bailar o entrenar con pesas.
  • Gestionar el estrés y adoptar hábitos de sueño adecuados.
  • Evitar el consumo de tabaco, alcohol y marihuana, así como el uso de drogas recreativas.
  • Limitar o evitar lubricantes sexuales que puedan irritar o afectar la función reproductiva.

Tratamiento farmacológico

En algunos casos, la terapia hormonal puede regular desequilibrios hormonales que afectan la calidad del semen. También puede ser necesario suspender o modificar ciertos fármacos que podrían disminuir la fertilidad. Entre las categorías de fármacos que pueden influir en la fertilidad se incluyen:

  • Antidepresivos tricíclicos
  • Bloqueadores de canales de calcio
  • Aantiandrógenos

Tratamientos quirúrgicos

La cirugía puede estar indicada para corregir condiciones físicas que afectan la fertilidad, incluyendo:

  • Inversión de vasectomía: si se ha realizado una vasectomía, la cirugía de reversión de la vasectomía busca reconectar los conductos deferentes para restablecer la posibilidad de embarazo.
  • Vasoepididimostomía: reparación de una obstrucción en el epidídimo que impide el paso de espermatozoides hacia el semen.
  • Obtención de espermatozoides: extracción de espermatozoides directamente de los testículos o del epidídimo mediante biopsia para usar en técnicas de reproducción asistida.
  • Varicocelectomía: cirugía para corregir varicocele, que es la acumulación de sangre en el scroto debido a venas varicosas; la intervención puede mejorar la calidad del semen y, en algunos casos, aumentar las probabilidades de embarazo.

Tecnologías de reproducción asistida (ART)

Las técnicas de reproducción asistida permiten superar obstáculos en la fertilidad cuando las opciones anteriores no han resultado suficientes. Las principales suelen ser:

  • Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI): un solo espermatozoide se inyecta directamente en un óvulo, facilitando la fertilización incluso en casos de recuento de espermatozoides muy bajo o espermatozoides con movilidad reducida.
  • Fecundación in vitro (IVF): los óvulos de la pareja se fertilizan con espermatozoides en laboratorio; tras la fertilización, los embriones se transfieren al útero para lograr la gestación.

¿La infertilidad masculina podría resolverse por sí misma?

En la mayoría de los casos, la infertilidad masculina requiere intervención médica o terapéutica para lograr el embarazo. Sin tratamiento, muchas parejas pueden tardar mucho tiempo o no concebir.

Perspectivas y pronóstico

El hecho de presentar infertilidad masculina no implica necesariamente la imposibilidad de tener un hijo biológico. Existen múltiples opciones de tratamiento y, a menudo, las parejas pueden aumentar sus probabilidades de concebir al consultar a un equipo de salud. Las tasas de éxito dependen de diversos factores, entre ellos la causa subyacente de la infertilidad, la edad de la pareja y la duración de la infertilidad, entre otros.

Prevención

Si se desea reducir el riesgo de infertilidad, se pueden considerar varias medidas preventivas. Entre ellas se incluyen:

  • Evitar o limitar el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias nocivas.
  • Reducir la exposición a químicos peligrosos y tóxicos ambientales cuando sea posible.
  • Mantener vacunas actualizadas frente a virus que podrían afectar la fertilidad.
  • Evitar exposiciones prolongadas al calor que aumenten la temperatura de los testículos.
  • Adoptar una dieta equilibrada y mantener un peso saludable.

Si hay diagnóstico de cáncer o plan de tratamiento oncológico, es fundamental conversar con un profesional de salud sobre la posibilidad de conservar la capacidad reproductiva antes de iniciar tratamiento.

Vivir con la infertilidad masculina

Autocuidado y apoyo emocional

Enfrentar la infertilidad puede ser desafiante emocionalmente. Es crucial tratarse con empatía y buscar apoyo. Hablar abiertamente con la pareja, buscar asesoría psicológica o unirse a grupos de apoyo puede ayudar a manejar el estrés, la ansiedad y la frustración asociadas.

Alimentación y hábitos recomendados

Además de las recomendaciones de estilo de vida, algunos hábitos alimentarios pueden influir en la salud general y en la fertilidad. Se sugiere una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y pescados magros, con consumo moderado de productos lácteos bajos en grasa y granos integrales. Entre los posibles efectos de ciertos alimentos o bebidas hay que considerar lo siguiente:

  • Evitar carnes procesadas y azúcares en exceso.
  • Incluir variedades de frutas y vegetales para aportar antioxidantes y micronutrientes beneficiosos.
  • Elegir productos lácteos bajos en grasa y fuentes de proteína magra.
  • Beber opciones sin azúcar añadida y limitar el consumo de bebidas azucaradas.

Cuándo consultar a un profesional

Si tú y tu pareja no logran concebir tras un año de relaciones sexuales sin protección, es recomendable consultar a un profesional de la salud para evaluar la fertilidad y definir posibles pruebas y tratamientos. Si hay sentimientos de depresión, duelo o inadequación, es aconsejable buscar apoyo emocional profesional.

Preguntas útiles para el profesional de salud

Antes de la consulta, puede ser útil preparar preguntas para entender mejor tu situación. Algunas preguntas posibles son:

  • ¿Qué podría estar causando mi infertilidad?
  • ¿Mi pareja debe realizar pruebas también?
  • ¿Cuál es el tratamiento más adecuado para mi caso?
  • ¿Qué tasa de éxito esperas con el tratamiento recomendado?
  • ¿Qué efectos secundarios puede tener el tratamiento?
  • ¿Qué signos o complicaciones debo vigilar?
  • ¿Qué lista de medicamentos puede afectar la fertilidad?
  • ¿Necesito ver a un urólogo o a un endocrinólogo reproductivo?
  • ¿Conoces recursos de apoyo emocional o grupos de pacientes?

Preguntas frecuentes sobre la salud espermática

¿Cómo verificar si mi semen es adecuado?

La mejor forma de evaluar la salud del semen es mediante un análisis de semen realizado en un laboratorio de fertilidad o clínica especializada. Hay pruebas de semilla disponibles para hacer en casa, pero estas pruebas OTC no suelen ser tan completas ni confiables como un análisis en laboratorio, por lo que su utilidad para guiar tratamiento es limitada.

¿Qué señales indican espermatozoides no saludables?

No existen signos simples o visibles de que los espermatozoides sean deficientes. La forma más fiable de confirmar la salud del semen es mediante un análisis de semen en un laboratorio.

Bibliografía

Autor

Autor Íñigo Aranda Íñigo Aranda Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar. Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.