¿Qué son los ARA II?
Los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARBs, por sus siglas en inglés) forman una clase de fármacos usados principalmente para controlar la presión arterial y para tratar distintas condiciones cardíacas y renales. Actúan bloqueando la acción de la angiotensina II, una hormona que provoca la constricción de los vasos sanguíneos y la retención de sodio y agua. Se administran por vía oral y suelen tolerarse bien, con efectos secundarios relativamente poco frecuentes. Este texto explica qué son, cómo funcionan, qué usos tienen, qué efectos adversos pueden presentarse, cómo se usan de forma segura y qué considerar en la vida diaria cuando se toman ARBs.
Fundamento y mecanismo de acción
Qué son exactamente
Los ARBs son un grupo de fármacos orales que reducen la acción de la angiotensina II. Este sistema hormonal, conocido como RAAS (sistema renina-angiotensina-aldosterona), regula el volumen de líquidos y la tensión arterial. Cuando la angiotensina II se une a sus receptores en los vasos sanguíneos, provoca vasoconstricción y aumenta la presión arterial. Los ARBs bloquean estos receptores, de modo que la angiotensina II ya no puede inducir ese estrechamiento de las arterias. Como resultado, los vasos se relajan y se mantienen más abiertos, facilitando el paso de la sangre y reduciendo la presión arterial.
Qué receptores bloquean
Los ARBs actúan principalmente sobre los receptores tipo 1 de la angiotensina II (AT1). Este bloqueo impide que la hormona constrictora actúe sobre las paredes de los vasos sanguíneos, lo que tiene un efecto directo sobre la reducción de la presión arterial y la disminución de la carga de trabajo del corazón.
Indicaciones y uso clínico
Indicación principal
Los ARBs se emplean para disminuir la presión arterial en personas con hipertensión. Al relajar los vasos, permiten que la sangre fluya con menos resistencia, lo que reduce la tensión sobre las arterias y el corazón.
Condiciones en las que pueden estar indicados
- Insuficiencia cardíaca congestiva: ayuda al corazón a bombear la sangre de forma más eficiente y puede disminuir la progresión de la debilidad cardíaca.
- Enfermedad renal diabética o enfermedades renales en general: pueden ralentizar el daño renal asociado a la diabetes y la presión arterial alta, en combinación con otras medidas.
- Prevención de derrames cerebrales y otros eventos cardiovasculares: al reducir la presión arterial, se disminuye el riesgo de formación de coágulos y de problemas vasculares.
- Enfermedad por hígado graso para ayudar a reducir la inflamación en el hígado en ciertos escenarios clínicos (según indicación médica individual).
Ejemplos de ARBs (enfoque en nombres genéricos)
- Azilsartán (azilsartán) – uno de los ARBs disponibles en la práctica clínica.
- Candesartán (candasartán) – frecuentemente utilizado para controlar la presión arterial y en ciertas condiciones cardíacas.
- Eprosartán (eprosartán) – opción entre los ARBs para diversos escenarios hipertensivos.
- Irbesartán (irbesartán) – ampliamente utilizado para la hipertensión y la protección renal en contexto diabético.
- Losartán (losartán) – uno de los ARBs más comúnmente recetados para hipertensión y otros usos cardíacos.
- Olmesartán (olmesartán) – otra opción de la clase, con perfil de eficacia similar en la mayoría de pacientes.
- Telmisartán (telmisartán) – conocido por su duración de acción prolongada y utilidad en diversas condiciones vasculares.
- Valsartán (valsartán) – ampliamente utilizado para hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad arterial renal en algunos casos.
Funcionamiento fisiológico y efectos sobre el cuerpo
Relación con la regulación de líquidos y presión
La angiotensina II es una hormona que favorece la retención de sodio y agua, aumenta el volumen sanguíneo y eleva la presión arterial. Al bloquear su acción, los ARBs permiten que los riñones eliminen algo más de sodio y agua y que las arterias permanezcan más flexibles. Este efecto reduce la presión que debe vencer el corazón para expulsar la sangre y, por tanto, disminuye la carga de trabajo cardíaco.
Impacto en otras funciones vasculares
Además de dilatar los vasos, la reducción de la constricción puede contribuir a una mejor perfusión de órganos y menos daño en estructuras sensibles a la presión, como el riñón y el cerebro, especialmente en pacientes con hipertensión crónica o con factores de riesgo vascular.
Seguridad, efectos secundarios y monitoreo
Efectos adversos comunes
- Mareo o vértigo al iniciar el tratamiento o al aumentar la dosis.
- Fatiga o sensación de somnolencia en ciertas personas.
- Apatía o dolor de cabeza ocasional.
- Rigidez o inflamación leve en cara o lengua de forma rara.
Riesgos menos comunes y consideraciones especiales
En casos poco frecuentes, los ARBs pueden afectar el flujo sanguíneo hacia los riñones, especialmente en personas con enfermedad arterial renal o con condiciones predisponentes. Por ello, durante el tratamiento, pueden programarse análisis de sangre periódicos para vigilar la función renal y el nivel de potasio en sangre.
Interacciones y compatibilidad de fármacos
- Antes de tomar cualquier medicamento de venta libre o suplemento, consulte con su profesional de salud para evitar combinaciones que puedan aumentar la presión arterial o afectar la función renal.
- Algunos fármacos para alergias, tos o resfriado pueden elevar la presión arterial o interactuar con ARBs. Igualmente, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) pueden reducir el efecto de los ARBs y empeorar la presión arterial.
Potasiemia y diuréticos
Los ARBs pueden elevar los niveles de potasio en sangre. Por ello, no debe tomarse suplementos de potasio ni diuréticos ahorradores de potasio sin indicación expresa del profesional de salud, salvo indicación médica con vigilancia de laboratorio. Niveles elevados de potasio pueden provocar alteraciones en el ritmo cardíaco y otros problemas graves.
Alimentación y bebidas
- En una dieta con restricción de sodio, conviene evitar sustitutos de la sal que contengan cloruro de potasio.
- El consumo regular y en exceso de alcohol puede influir en la presión arterial; el consumo moderado suele ser compatible, pero debe individualizarse en cada caso.
Embarazo y lactancia
Durante el embarazo, los fármacos que reducen los niveles de angiotensina, como los ARBs y los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), pueden provocar complicaciones graves para el feto. En caso de quedar embarazada o planearlo, se debe cambiar a un tratamiento seguro para la madre y el feto, bajo supervisión médica. No se recomienda usar ARBs durante la gestación.
ARBs y diuréticos: ¿son diuréticos?
Los ARBs no son diuréticos; su función no es eliminar agua y sodio directamente a través de la diuresis. Sin embargo, en ocasiones se utilizan en combinación con un diurético tiazídico para potenciar el control de la presión arterial, ya que la combinación puede proporcionar un efecto antihipertensivo adicional.
Duración del tratamiento, adherencia y pronóstico
¿Cuánto tiempo hay que tomar un ARB?
En la mayoría de los casos, la hipertensión es una condición crónica que requiere tratamiento continuo. Si se suspende el ARB, la presión arterial puede volver a subir. Por lo tanto, muchas personas requieren tomar estos medicamentos de forma indefinida, salvo indicación contraria del médico, y deben asistir a revisiones regulares para ajustar dosis y evaluar efectos secundarios.
Adherencia y seguimiento clínico
La adherencia al tratamiento es crucial para mantener el control de la presión arterial y reducir el riesgo de complicaciones cardíacas y renales. Además de la medicación, se recomienda mantener un estilo de vida saludable, que incluye una dieta equilibrada, control del peso, actividad física regular y evitar tabaco.
Comparación con otros tratamientos antihipertensivos
Diferencias entre inhibidores de la ECA y ARBs
Tanto los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) como los ARBs reducen los efectos de la angiotensina II, pero lo hacen por vías distintas. Los inhibidores de la ECA disminuyen la producción de angiotensina II, mientras que los ARBs bloquean directamente la acción de la angiotensina II en sus receptores. Una consecuencia clínica relevante es que los inhibidores de la ECA pueden provocar tos en algunas personas, un efecto que no es común con los ARBs. Por ello, cuando se presenta tos relacionada con la medicación, los profesionales de la salud suelen cambiar a un ARB.
Preguntas frecuentes y consideraciones prácticas
¿Qué hacer si olvido tomar una dosis?
Si se olvida una dosis, tómela tan pronto como lo recuerde, a menos que esté cerca de la siguiente dosis. En ese caso, omita la dosis olvidada y vuelva al horario habitual. No tome dosis dobles para compensar la dosis olvidada. Consulte a su proveedor de salud para instrucciones específicas.
¿Es seguro combinar ARBs con todas las otras medicaciones?
No todos los fármacos pueden combinarse con ARBs sin supervisión médica. Algunas interacciones pueden aumentar el riesgo de efectos adversos o disminuir la eficacia. Es particularmente importante hablar con un profesional de la salud antes de usar medicamentos OTC, suplementos o productos de venta libre que no hayan sido evaluados en conjunto con su ARB.
¿Qué debe vigilarse con las pruebas de laboratorio?
Con frecuencia se realizan pruebas periódicas para supervisar la función renal y los niveles de potasio en sangre. Estas pruebas permiten detectar de forma temprana cualquier efecto adverso y ajustar la dosis si es necesario.
Resumen práctico para pacientes
- Los ARBs son fármacos orales que bloquean la acción de la angiotensina II para relajar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial.
- Se emplean en hipertensión, en insuficiencia cardíaca, en enfermedad renal diabética y para la prevención de eventos cardiovasculares.
- Los efectos secundarios comunes suelen ser leves, pero se deben vigilar posibles efectos sobre el riñón y el potasio.
- El emabarazo está contraindicada con ARBs; se deben usar tratamientos seguros para el feto y la madre durante la gestación.
- Los ARBs no son diuréticos, pero pueden combinarse con diuréticos tiazídicos según indicación médica.
- Para lograr un control adecuado, la adherencia y el seguimiento médico son fundamentales, junto con cambios en el estilo de vida.
En definitiva, los ARBs son una opción terapéutica clave para el manejo de la presión arterial y diversas condiciones vasculares y renales. Su perfil de seguridad, su acción centrada en los receptores de angiotensina II y la posibilidad de combinarse con otras terapias permiten adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada paciente. Siempre debe consultarse con un profesional de salud para ajustar dosis, monitorizar efectos y decidir la continuidad del tratamiento a largo plazo.
Bibliografía
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