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Mamografía: cuándo y por qué hacerse una

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La mamografía es una prueba de imagen de baja dosis diseñada para examinar el tejido mamario. Se utiliza para detectar signos tempranos de cáncer de mama, tanto en forma de cribado periódico como cuando aparecen nuevos síntomas. A continuación se describen los tipos de mamografía, las edades y frecuencias recomendadas, qué esperar durante el examen y cómo interpretar los resultados de manera clara y rigurosa.

Tipos de mamografías

Mamografía digital en 2D

La mamografía en 2D digital implica tomar imágenes de cada mama desde dos ángulos diferentes, normalmente de arriba hacia abajo y de un lado a otro. Este método permite obtener proyecciones bidimensionales de la glándula mamaria y es la versión tradicional de la prueba. Las imágenes resultantes se guardan en formato digital y pueden ser revisadas por un radiólogo para identificar áreas que requieren evaluación adicional.

Mamografía digital en 3D (tomosíntesis mamaria)

La mamografía en 3D, también conocida como tomosíntesis mamaria, es una técnica más reciente. En este método, la mama se comprime una única vez y la máquina toma varias radiografías a medida que se desplaza en un arco sobre la mama. Un programa informático reconstruye las imágenes en “cortes” o “slices”, permitiendo visualizar el tejido mamario en tres dimensiones. Esta técnica puede ayudar a detectar anomalías ocultas en mamas densas y suele mejorar la capacidad de detección en algunos escenarios.

Propósito y límites de la prueba

¿Puede detectar cáncer?

Las mamografías pueden ayudar a identificar áreas que podrían representar cáncer de mama, pero no pueden confirmar el diagnóstico. Una imagen anormal no prueba que exista cáncer en ese momento; puede ser una indicación de tejido benigno, cicatrices o densidad mamaria elevada. Por ello, un resultado anormal suele conducir a pruebas adicionales para confirmar o descartar la presencia de cáncer, como una biopsia mamaria.

Edad recomendada y frecuencia de realización

Las recomendaciones pueden variar entre guías clínicas, por lo que es fundamental consultar con el profesional de la salud. En términos generales:

  • La mayoría de las guías recomiendan iniciar el cribado entre los 40 y 75 años con mamografías periódicas; la frecuencia típica es cada 1-2 años para personas con riesgo promedio.
  • Si el riesgo de cáncer de mama es mayor (por antecedentes personales o familiares, mutaciones genéticas como BRCA1/BRCA2, antecedentes de ciertas condiciones benignas, o mamas densas), puede considerarse iniciar el cribado antes de los 40 años o realizarlo con mayor frecuencia. El equipo médico puede sugerir pruebas suplementarias como ecografía mamaria o RM (resonancia magnética) en estos casos.
  • La evaluación individual del riesgo de cáncer de mama puede realizarla el profesional de la salud para decidir cuándo empezar con cribados anuales o más tempranos.

¿Con qué frecuencia se deben realizar?

La frecuencia depende del riesgo individual. Si se trata de riesgo promedio, la recomendación habitual es un cribado cada 1-2 años a partir de los 40 años. Si el riesgo es más alto, se puede comenzar antes y/o realizarse con mayor frecuencia. Es importante seguir el plan recomendado por el proveedor de atención médica, ya que estas decisiones se basan en antecedentes médicos y otros factores personales.

Detalles del examen

Cómo funciona una mamografía

La mamografía utiliza un equipo de rayos X diseñado específicamente para el tejido mamario. El procedimiento combina dosis de radiación menores a las utilizadas para inspeccionar huesos. Durante la prueba, la mama se coloca sobre una placa de apoyo y se comprime suavemente entre esa placa y una paleta de plástico para mantenerla inmóvil y aplanarla. Las imágenes se capturan con detectores que envían señales a una computadora para formar las imágenes digitales.

Equipo y personal involucrado

La mamografía la realiza un técnico en radiología o mamógrafa, capacitado para realizar la prueba de forma segura y adecuada. Un radiólogo, médico especializado en imágenes, interpreta las imágenes y emite un informe que se comunica al proveedor de atención médica, quien a su vez se lo entrega al paciente.

Preparación para la mamografía

Antes de programar la prueba y en el día del examen, se pueden considerar estas pautas:

  • Si estás lactando, embarazada o sospechas estar embarazada, informa al equipo; pueden sugerir la mejor opción de momento o empezar con una ecografía, y la planificación puede cambiar en función del riesgo.
  • Si tienes implantes mamarios o acabas de recibir una vacuna, comunícalo durante la programación y el día del examen.
  • En el día de la prueba, continúa con tu rutina habitual (comidas, líquidos y medicamentos) salvo indicación contraria.
  • Evita el uso de desodorante, perfume, loción o polvo corporal en la zona del pecho, ya que estos productos pueden interferir con la calidad de las imágenes.
  • Es posible que necesites desvestirte de la cintura para arriba y usar una bata o paño de cobertura.

Qué esperar durante el procedimiento

  1. Te quitarás la ropa y las joyas por encima de la cintura; vestirás una bata abierta por delante.
  2. Te colocarás frente a la máquina de mamografía y se te pedirá que deslices un pecho a la vez fuera de la ropa para colocarlo sobre la placa de apoyo.
  3. El técnico acercará una paleta de plástico y comprimirás el pecho contra la placa para mantenerlo quieto durante la toma de imágenes. La compresión puede causar molestia o presión; si es intolerable, avisa al técnico para ajustar la presión.
  4. La máquina toma imágenes del pecho mientras está comprimido y, si se necesitan imágenes adicionales, se repetirá el proceso para el otro pecho.
  5. Al finalizar, te vestirás y podrás reanudar tus actividades habituales de inmediato.

¿La mamografía duele?

La sensación asociada a la compresión puede resultar incómoda para algunas personas y dolor para otras. La molestia suele ser de corta duración y depende de varios factores personales, como el tamaño y la densidad de las mamas, la cantidad de compresión necesaria, el momento del ciclo menstrual y la habilidad del personal para posicionarte de forma cómoda. Si el dolor es intenso, informa de inmediato al técnico para ajustar la presión o la posición.

Duración típica y seguridad

Una mamografía de cribado suele durar entre 15 y 20 minutos; la mamografía diagnóstica puede requerir imágenes adicionales y, por tanto, puede tardar más. Las dosis de radiación son bajas y los beneficios de la mamografía para detectar cambios en el tejido mamario suelen superar cualquier riesgo asociado a la radiación. Si existe posibilidad de embarazo, informa al equipo; la mayoría de los casos permiten la realización de la prueba cuando el riesgo es relevante y no hay aumento significativo de peligro, pero se pueden considerar opciones alternativas si no hay mayor riesgo de cáncer.

Resultados y seguimiento

Cuánto tempo toma obtener los resultados

Los resultados suelen estar disponibles en varios días; con frecuencia, el radiólogo compara la mamografía actual con la anterior para identificar cambios. Una vez revisadas, las imágenes y el informe se envían al proveedor de atención médica, quien se comunicará contigo para discutir los resultados. Si no recibes el informe dentro de un mes, contacta al centro donde se realizó la mamografía.

Tipo de resultados de una mamografía de cribado

Recibirás una carta de resultados con información básica y fácil de entender. El informe también indicará la densidad mamaria, es decir, cuánta cantidad de tejido fibroso y glandular hay en comparación con la grasa. Si hay dudas o necesitas aclaraciones, no dudes en consultar a tu proveedor de atención médica.

Sistema de informes y datos de imágenes mamarias (BI-RADS)

Los radiólogos utilizan un sistema estandarizado para describir hallazgos de pruebas de cribado y diagnóstico, conocido como BI-RADS. Este sistema clasifica los resultados en categorías numeradas del 0 al 6, indicando la categoría asignada, el hallazgo y la evaluación de riesgo de cáncer. Este marco ayuda a decidir si se requieren pruebas adicionales y qué seguimiento realizar.

Qué significa una mamografía normal

Una mamografía normal indica que el radiólogo no encontró problemas aparentes en las imágenes. No obstante, es fundamental continuar con el programa de cribado recomendado por el profesional de la salud y, siempre que sea posible, comparar con mamografías anteriores para detectar cambios en el tiempo.

Qué significa una mamografía anormal

Si la mamografía muestra áreas sospechosas, el radiólogo suele proponer imágenes mamarias especializadas adicionales, ecografía mamaria o, en algunos casos, una biopsia de mama para confirmar si el tejido es canceroso o no. El equipo de cuidado discutirá contigo los próximos pasos en función de los resultados y tu historia clínica.

Precisión de la mamografía

La mamografía tiene una precisión aproximada del 85-90%. Ha mejorado significativamente la detección de anomalías en el tejido mamario antes de que puedas verlo o notarlo de forma palpable. A pesar de ello, no es perfecta y es posible que algunas anomalías no se muestren en la mamografía. Si detectas algo sospechoso mediante el autoexamen o notas nuevos síntomas, contacta a tu profesional de la salud de inmediato.

Preguntas frecuentes y consideraciones especiales

¿Los implantes mamarios interfieren con la mamografía?

Los implantes de silicona o solución salina y la cicatrización asociada pueden dificultar la visualización de todo el tejido mamario en las mamografías convencionales. Para optimizar la exploración, las personas con implantes suelen realizar dos imágenes adicionales por cada mama, además de las cuatro imágenes estándar de una mamografía de cribado. Estas imágenes extra se conocen como vistas de desplazamiento del implante (implant displacement, ID).

Viabilidad de las vistas de desplazamiento de implantes (ID views)

En las vistas de desplazamiento, el técnico empuja suavemente el implante mamario contra la pared torácica, lleva la mama por encima del implante y aplica compresión. Este proceso facilita una mejor visualización de la parte frontal de cada mama. Es importante avisar al centro de mamografía si tienes implantes cuando programes la prueba y comunicarlo al técnico el día del examen.

Seguridad durante el embarazo

Las mamografías expone a las mamas a dosis mínimas de radiación. Si hay posibilidad de embarazo, informa al equipo; en general, la prueba puede realizarse durante el embarazo si el beneficio supera cualquier riesgo, especialmente cuando hay riesgo elevado de cáncer. Sin embargo, en personas con bajo riesgo y sin necesidad urgente, el médico puede considerar posponerla o utilizar enfoques alternos en el planning del cribado.

Evaluación de riesgo y pruebas complementarias

Además de la mamografía, el profesional de la salud puede sugerir otras pruebas para completar la evaluación en caso de alto riesgo o hallazgos específicos. Estas pueden incluir una ecografía mamaria o una RM de mama (resonancia magnética). La ecografía es útil para caracterizar masas o densidad densa y la RM puede ser más sensible en mujeres con densidad mamaria alta o con mutaciones genéticas que elevan el riesgo.

la mamografía es una herramienta clave para la detección temprana del cáncer de mama, con distintas modalidades (2D y 3D) que pueden emplearse según las circunstancias. Su uso se acompaña de recomendaciones basadas en el riesgo, evidencia clínica y preferencias personales, y siempre debe hacerse bajo la supervisión de profesionales de la salud para interpretar resultados y planificar el seguimiento adecuado.

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Bibliografía

Autor

Autor Íñigo Aranda Íñigo Aranda Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar. Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.