Puntuación de Bishop: Propósito, Qué Significa y Cómo Afecta el Trabajo de Parto
El puntaje de Bishop es una herramienta clínica empleada para estimar cuán cerca está el inicio del trabajo de parto y la probabilidad de que la inducción resulte en un parto vaginal exitoso. Se basa en cinco características del cuello uterino y en la posición de la cabeza del feto, y su puntuación total oscila entre 0 y 13 puntos. A continuación se explican qué mide, cómo se calcula, cómo se interpreta y en qué situaciones se utiliza, con énfasis en la interpretación clínica y las limitaciones.
Propósito y alcance del Bishop score
El Bishop score es una guía empleada por los profesionales de la salud para tomar decisiones sobre la inducción del parto y la posibilidad de lograr un parto vaginal sin intervención quirúrgica. Se utiliza como un conjunto de criterios específicos para valorar la preparación del cuello uterino para el parto y la posición de la cabeza fetal. No es un predictor definitivo, sino una herramienta que facilita la toma de decisiones compartida entre la persona embarazada y su equipo médico.
Factores evaluados
El Bishop score se estructura a partir de cinco componentes fundamentales. Cada uno recibe una puntuación, y la suma de los cinco valores determina la puntuación final. A continuación se describen los factores con su significado clínico.
- Dilatación del cuello uterino: mide cuán abierto está el cuello. La dilatación se expresa en centímetros, hasta un máximo aproximado de 10 cm, que corresponde a la dilatación completa antes del parto.
- Borramiento o efacement del cuello: indica cuán fino o corto se ha hecho el cuello uterino. Un borramiento completo implica que el cuello se ha adelgazado al máximo y puede describirse como “100% borrado”.
- Consistencia del cuello: se refiere a cuán blando o firme es el cuello. Un cuello más blando tiende a dilatarse con mayor facilidad durante el trabajo de parto.
- Posición del cuello: se observa si el cuello está en una posición anterior (más cercano al canal de parto) o posterior (más alejado del canal). Una posición anterior suele asociarse a una mayor probabilidad de parto vaginal espontáneo o exitoso tras inducción.
- Posición fetal o estación fetal: evalúa la ubicación de la cabeza del bebé en relación con una estructura del pelvis llamada espina ciática (espina isquial). Se puntúa según si la cabeza está por encima o por debajo de ese punto; una posición más baja (descenso) se asocia con mayor probabilidad de parto vaginal.
En conjunto, estos cinco factores se valoran de forma numérica y se suman para obtener la puntuación total. Un puntuación más alta indica mayor favorabilidad del cuello para el parto y mayor probabilidad de éxito de una inducción, mientras que una puntuación más baja sugiere menor probabilidad de parto vaginal espontáneo o tras inducción.
Notas sobre las variaciones de puntuación
En la práctica clínica, cada factor se asigna una puntuación dentro de rangos específicos (habitualmente 0, 1, 2 o, en algunos casos, 3 puntos, dependiendo de la severidad de la favorabilidad). Aunque existen tablas de puntuación estandarizadas, algunos profesionales pueden adaptar o añadir puntos por condiciones clínicas particulares.
Procedimiento y medición
La puntuación de Bishop se determina a partir de un examen físico del cuello uterino, conocido como examen digital (con dedos enguantados). La evaluación puede complementarse con una ecografía para ubicar la cabeza del bebé, si es necesario, aunque el conteo total se basa principalmente en las observaciones del cuello y la estación fetal. En ciertas circunstancias clínicas, como placenta previa o ruptura prematura de membranas, el equipo puede evitar un examen físico para reducir riesgos y molestias.
Procedimiento práctico
Durante la consulta, el profesional evalúa cada uno de los cinco factores descritos y asigna una puntuación para cada uno. Estas puntuaciones se suman para obtener la puntuación de Bishop. El proceso se realiza con cuidado, manteniendo la intimidad y la comodidad de la persona embarazada, y con atención a cualquier señal de alarma que requiera evitar el examen físico.
Ejemplo práctico
Consideremos un escenario hipotético para ilustrar la puntuación:
- Dilatación de 4 centímetros (2 puntos)
- Posición del cuello en anterior (2 puntos)
- 50% de borramiento (1 punto)
- Consistencia firme (0 puntos)
- Posición fetal de estación 0 (2 puntos)
Sumando estos cinco componentes, la puntuación de Bishop sería 7. Este ejemplo ilustra cómo una combinación de moderadamente favorable, en la que el cuello está algo dilatado y en posición anterior, podría sugerir una probabilidad razonable de parto vaginal tras inducción, aunque otros factores deben ser considerados por el equipo médico.
Interpretación clínica de la puntuación
La interpretación de la puntuación se utiliza para guiar decisiones sobre inducción y manejo del parto. A continuación se resumen las significaciones generales de los rangos más utilizados en la práctica clínica.
- 8 puntos o más: la inducción tiene una alta probabilidad de conducir a un parto vaginal exitoso; la labor de parto es probable que empiece pronto o ya esté próxima.
- 6–7 puntos: la inducción puede o no ser exitosa; este es un punto en el que el equipo evalúa cuidadosamente otros factores y puede discutir opciones con la persona embarazada.
- 5 puntos o menos: el cuerpo puede no estar preparado para el trabajo de parto de forma natural; la inducción podría tener menor probabilidad de éxito y se pueden considerar enfoques alternativos o una monitorización más cercana.
Es importante entender que el Bishop score es una de las herramientas utilizadas para la toma de decisiones. No garantiza un resultado concreto y no elimina la necesidad de considerar la historia clínica, las condiciones de la madre y del feto. En la práctica, pueden existir casos en los que una persona con una puntuación baja tenga un parto vaginal exitoso tras inducción, o casos con puntuaciones altas que no resulten en parto vaginal tras inducción. Por ello, el puntaje sirve como guía para apoyar la conversación y la planificación clínica.
Resultados, seguimiento y uso práctico
La utilidad del Bishop score radica en su capacidad de orientar la planificación del parto. A continuación se detallan aspectos prácticos y observaciones relevantes.
- Un puntaje alto suele asociarse con un menor tiempo desde la inducción hasta el inicio de la labor y con una mayor probabilidad de parto vaginal si se induce. Sin embargo, no es una garantía y deben considerarse factores clínicos adicionales.
- Un puntaje intermedio (6–7) suele requerir una evaluación más detallada de la situación clínica, incluyendo la historia obstétrica, la presencia de condiciones médicas y la madurez del cuello cervical. La decisión puede depender de la preferencia de la persona embarazada y del criterio clínico del equipo.
- Un puntaje bajo (5 o menos) sugiere que es menos probable que la inducción tenga éxito y puede conducir a una evaluación de otras estrategias de manejo del parto o a una monitorización más cercana, siempre en el marco de la seguridad materna y fetal.
Es relevante señalar que el Bishop score se utiliza junto con otros factores clínicos y pruebas para decidir cuándo inducir el parto, especialmente si existen condiciones médicas de la madre o del feto, o cuando el embarazo ha llegado a etapas avanzadas de gestación.
Notas históricas y variantes
La nomenclatura y el desarrollo de este puntaje tienen antecedentes históricos relevantes para su práctica actual.
Orígenes y nombre
El término Bishop score recibe su nombre por un analista clínico que, en 1964, presentó un sistema para predecir el éxito de la inducción del parto empleando cinco criterios. Este marco teórico facilitó una aproximación estandarizada para la evaluación del cuello uterino y la relevancia de la posición fetal en la planificación del parto.
Versión simplificada
Existe una versión simplificada del Bishop score que utiliza tres factores en lugar de cinco. En esta versión se consideran: dilatación, borramiento y estación fetal. Cada factor recibe una puntuación entre 0 y 3 puntos, y una puntuación total superior a 5 se interpreta como un indicio de mayor probabilidad de éxito de la inducción. Esta versión busca facilitar la evaluación rápida en escenarios prácticos donde se requiera una guía rápida sin perder la utilidad clínica.
Cuándo se induce el parto
La inducción del parto puede recomendirse por múltiples motivos. Entre los factores que pueden justificar la inducción se incluye la prolongación de la gestación más allá de ciertos umbrales temporales y la evaluación de riesgos asociados a condiciones médicas maternas o fetales. Se suele considerar la inducción cuando la gestación ha alcanzado etapas posteriores (por ejemplo, 41 o 42 semanas) debido a que el riesgo de complicaciones puede aumentar con la edad gestacional avanzada. En algunas situaciones, el equipo clínico puede valorar la inducción antes de este punto crítico si existen indicaciones médicas claras para ello.
Limitaciones y consideraciones prácticas
Aunque el Bishop score es una herramienta útil, tiene limitaciones que deben ser consideradas en la práctica clínica:
- No es un predictor definitivo. Una puntuación alta no garantiza un parto vaginal exitoso tras inducción, ni una puntuación baja impide por completo un parto vaginal en ciertas circunstancias.
- Variabilidad entre proveedores. Puede haber diferencias en cómo se evalúan y puntúan los distintos factores entre profesionales, por lo que la interpretación debe hacerse en el contexto de la práctica local y de la experiencia clínica.
- Factores que pueden modificar la puntuación. En algunos casos, se pueden sumar o restar puntos por condiciones específicas como preeclampsia o historial de partos vaginales previos. Estos ajustes no son universalmente aplicados y dependen del criterio del profesional.
- Comprensión clínica. El score debe entenderse como una guía para la toma de decisiones compartida entre la persona embarazada y su equipo de atención, integrando antecedentes médicos, preferencias y el bienestar de la madre y el bebé.
Resumen práctico
En síntesis, el Bishop score es una herramienta clínica que resume en 0 a 13 puntos la madurez cervical y la predisposición del parto, ayudando a estimar la probabilidad de que una inducción conduzca a un parto vaginal exitoso. Se basa en cinco factores evaluados durante un examen físico del cuello uterino y la evaluación de la estación fetal. Su interpretación, que debe realizarse junto con otros datos clínicos, orienta decisiones sobre inducción, manejo del parto y planificación del cuidado obstétrico.
Bibliografía
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