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Quemadura de segundo grado: cómo se ve, tratamiento y curación

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Una quemadura de segundo grado es una lesión cutánea que afecta tanto la epidermis como la dermis, las dos primeras capas de la piel. Es la forma más común de quemadura y, en la mayoría de los casos, puede tratarse en casa con medidas simples de cuidado. Este artículo describe qué es, cómo reconocerla, sus causas, las etapas de curación, el manejo adecuado, la prevención y cuándo acudir a un profesional de la salud.

Definición clara y alcance

Una quemadura de segundo grado implica daño que va más allá de la capa superficial de la piel, afectando las capas superficiales y la capa intermedia. Se distingue de las quemaduras de primer grado, que solo lesionan la capa externa, y de las quemaduras de tercer grado, que pueden dañar estructuras más profundas. En la mayoría de los casos, estas quemaduras son dolorosas, pueden presentar ampollas y suelen curarse en semanas con cuidado adecuado.

Qué caracteriza una quemadura de segundo grado

  • Coloración: la piel puede verse de un rojo intenso a un tono marrón oscuro.
  • Ampollas presentes en la zona afectada.
  • La piel tiene una apariencia brillante y húmeda debido a la humedad y al líquido que se forma alrededor de las ampollas.
  • Dolor significativo o sensibilidad al tacto.
  • Hinchazón en la zona lesionada.
  • Desprendimiento o desprendimiento parcial de capas de piel alrededor de la herida.

Diferencias con otros tipos de quemaduras

Existen tres grados principales de quemaduras, y su identificación se basa principalmente en la profundidad de la lesión:

  • Quemadura de primer grado: solo la capa externa de la piel está dañada, con enrojecimiento ligero.
  • Quemadura de segundo grado: afecta la epidermis y la dermis, con ampollas y tonalidad más oscura; la piel suele lucir húmeda y dolorosa.
  • Quemadura de tercer grado: la lesión puede ser negra, seca y con daño profundo; la piel puede no ser dolorosa por el daño a las terminaciones nerviosas, y puede coexistir en la misma zona con áreas de segundo grado.

Es posible encontrar en la misma área características de más de un tipo de quemadura, especialmente en lesiones causadas por fuentes de calor irregulares o múltiples exposiciones.

Ubicaciones y causas habituales

Ubicaciones comunes

  • Cara, especialmente sensible por su superficie amplia.
  • Manos y dedos, dada la exposición frecuente a objetos calientes.
  • Boca y áreas próximas a la cara, por contacto con objetos calientes o químicos.
  • Extremidades como brazos o piernas, que pueden exponerse a llamas, calor o rociado de vapor.

Principales causas

  • Chispas, llamas o fuegos
  • Objetos o superficies extremadamente calientes
  • Quemaduras por sol (radiación ultravioleta)
  • Vapor, vapor de agua caliente o líquidos hirviendo que hieren la piel
  • Ciertos productos químicos
  • Descargas eléctricas o choques

Qué sucede en la piel durante la lesión

Durante una quemadura de segundo grado, la fuente de calor, química o luz daña la epidermis y la dermis. Esto inicia una respuesta inflamatoria que activa el sistema inmunitario para evitar daño adicional. La inflamación genera hinchazón y cambios de color mientras el cuerpo busca reparar el tejido dañado. Con la curación, las células muertas se desprenden y la piel puede pelarse en las zonas afectadas. En muchos casos, la reparación implica la proliferación de nuevas células y la formación de tejido cicatricial mínimo a moderado.

Tratamiento y cuidado en casa

Cuidados para quemaduras pequeñas

  • Para quemaduras de diámetro menor a 3 pulgadas (aproximadamente 7 cm), es razonable tratarlas en casa.
  • Enfriar la zona con agua fría de manera suave durante 5 a 30 minutos para reducir el dolor y minimizar el daño.
  • Secar con una toalla limpia sin frotar.
  • Proteger la herida con un vendaje limpio o un apósito no adherente para evitar rozaduras.
  • Evitar manipular la quemadura o colocar prendas que rocen la zona para no irritarla.
  • Tomar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, siguiendo las indicaciones del profesional de la salud si hay dolor.
  • Cambiar el vendaje al menos una vez al día para mantener la herida limpia.

En algunos casos se utiliza una crema de sulfadiazina de plata para el tratamiento de quemaduras de segundo grado. Esta crema se emplea para controlar la infección y promover la curación, siempre bajo indicación médica. Si la herida presenta infección (dolor extremo, hinchazón marcada, secreción purulenta), es esencial consultar a un profesional de la salud, quien puede indicar antibióticos adecuados.

¿Conviene dejar aire libre la quemadura?

En los primeros días se recomienda mantener la herida cubierta para favorecer la curación. Se deben mantener las ampollas cerradas para reducir el riesgo de infección. Si una ampolla se rompe, conviene mantener la zona cubierta con vendaje hasta que sane. Si la ampolla permanece intacta, puede permitir que la piel respire sin cubrir, siempre que no provoque fricción o roce.

Etapas de curación

  1. Reacción: al ocurrir la quemadura, se activa la inflamación y se produce enrojecimiento y hinchazón mientras el cuerpo responde a la lesión.
  2. Reparación: procesos celulares debajo de la superficie trabajan para eliminar tejido dañado y facilitar el crecimiento de nueva piel y tejido.
  3. Remodelación: se forma la cicatriz; las conexiones se fortalecen con colágeno y la apariencia puede variar desde una cicatriz visible hasta un área que se ve y siente casi normal con el tiempo.

La curación completa suele requerir varias semanas, y la duración exacta depende del tamaño y la ubicación de la quemadura.

Prevención de quemaduras

  • Evitar tocar superficies muy calientes o sufrir exposiciones a fuentes de calor sin protección.
  • Minimizar el uso de llamas abiertas cuando sea posible y mantener objetos peligrosos fuera del alcance de niños y personas vulnerables.
  • Usar protección personal adecuada, como guantes, al manipular objetos calientes o sustancias químicas.
  • Controlar la temperatura de alimentos y bebidas para evitar quemaduras accidentales en niños.
  • Reducir la temperatura del agua caliente en el hogar para evitar quemaduras por contacto con la ducha o el grifo.
  • Protección eléctrica: asegurar que enchufes y cables estén fuera del alcance de niños y no sean accesibles.
  • Aplicar protector solar para prevenir quemaduras solares cuando se está al aire libre.

¿La piel queda con cicatriz?

La posibilidad de cicatrización existe, especialmente en quemaduras más grandes o profundas. No todas las personas desarrollan cicatriz, y cuando aparece, la piel puede quedar más clara u oscura que el tono previo. En ocasiones, estos cambios de pigmentación pueden ser duraderos, pero a veces mejoran con el tiempo y el cuidado adecuado.

Tiempo estimado de curación

La curación de una quemadura de segundo grado suele ocurrir en un periodo aproximado de una a tres semanas, aunque la duración exacta depende del tamaño, la localización y la respuesta individual del cuerpo a la lesión.

Cuándo acudir a un profesional de la salud

Debes buscar atención médica si la quemadura:

  • Ocupa un área amplia de la piel, (> tres pulgadas de diámetro).
  • Afecta la movilidad o el uso de una parte del cuerpo.
  • Muestra signos de infección, como dolor intenso, secreción purulenta, extensión de la decoloración fuera del sitio de la herida o mal olor.

En niños pequeños (<5 años), personas mayores (>70 años) o personas con sistemas inmunitarios comprometidos, se recomienda evaluación médica aun cuando la quemadura parezca relativamente menor.

Señales de infección a vigilar

Una quemadura infectada requiere atención médica. Consulta si aparecen signos como dolor extremo, secreción purulenta, extensión de la decoloración, mal olor o fiebre acompañando la lesión. Si se presentan estos síntomas, acude a un servicio de salud para valoración y tratamiento adecuado.

Preguntas frecuentes habituales

  • Diferencias entre tipos de quemaduras: la naturaleza de la lesión se define por la profundidad y la extensión del daño.
    • Primer grado: solo daño superficial; enrojecimiento ligero.
    • Segundo grado: daña epidermis y dermis; ampollas presentes; piel húmeda y dolorosa.
    • Tercer grado: daño profundo que puede incluir subcutáneo; piel apagada, seca o negra; a veces menos dolor por afectación de nervios.
    • Cuarto, quinto y sexto grado: descripciones que abarcan daños mayores que pueden llegar a músculos, huesos o estructuras profundas; estas lesiones requieren atención médica urgente.
  • ¿Puede haber más de un tipo de quemadura en el mismo lugar? Sí, es posible que coexistan características de diferentes tipos de quemaduras en la misma zona, especialmente en quemaduras complejas o múltiples exposiciones.

Vídeo sobre Quemadura de segundo grado: cómo se ve, tratamiento y curación

Bibliografía

Autor

Autor Íñigo Aranda Íñigo Aranda Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar. Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.