¿Qué es la tos crónica?
La tos crónica es una tos persistente que, en adultos, dura más de ocho semanas y, en niños, más de cuatro. Es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica clínica y, a menudo, refleja la presencia de una enfermedad subyacente. Su manejo combina tratamiento dirigido y cambios en el estilo de vida para aliviar los síntomas y abordar la causa subyacente de la tos.
Qué es la tos crónica
La tos cumple una función protectora al ayudar a eliminar irritantes o sustancias extrañas de las vías respiratorias. Sin embargo, cuando persiste, puede convertirse en un problema que afecta la calidad de vida y el sueño, y puede generar malestar social. La tos crónica puede ir acompañada de otros síntomas, aunque su presencia o intensidad puede variar según la causa.
Entre los síntomas que pueden acompañar a la tos crónica se destacan:
- Fiebre (en algunos procesos infecciosos o inflamatorios)
- Acaloramiento estomacal o acidez (reflujo gastroesofágico)
- Dolor en el pecho o molestias torácicas
- Ronquera o voz áspera
- Dificultad para respirar o ahogo
- Nariz que moja o congestión o dolor de garganta
- Irritación en la garganta o necesidad frecuente de aclararla
- Hormigueo o cosquilleo en la parte posterior de la garganta
Independientemente de la causa, la tos frecuente puede agotarte y afectar tu vida diaria y tu autoestima. Por ello, es fundamental consultar a un profesional de la salud para identificar la causa y definir un plan de manejo adecuado.
Causas más frecuentes
Factores y condiciones que suelen provocar tos crónica
- Asma. Es la causa más común de tos crónica. La tos puede empeorar en determinadas estaciones, con aire seco o frío, o al estar expuesto a moho, polen o humo.
- Goteo postnasal (síndrome de tos por vías altas, UACS). Las alergias y la enfermedad nasal pueden provocar una producción excesiva de moco que gotea por la parte posterior de la garganta, irritando la tráquea y los pulmones y desencadenando tos.
- ERGE o reflujo gastroesofágico. En este trastorno, el ácido estomacal regresa al esófago, irritando su recubrimiento y provocando tos.
- Otras enfermedades pulmonares. Bronquitis, EPOC, derrames pleurales, neumonía, fibrosis pulmonar y masas pulmonares pueden presentar tos como síntoma.
existen otros motivos para la tos crónica que no se deben subestimar:
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE), una clase de fármacos para la presión arterial, que pueden provocar tos en algunas personas.
- Alergias y procesamiento alérgico de las vías respiratorias.
- Insuficiencia cardíaca y condiciones cardíacas asociadas que pueden manifestarse con tos.
- Fumar y exposición al humo o irritantes ambientales.
- Infecciones respiratorias altas como la tos prolongada posterior a una infección viral o bacteriana.
Cuando los profesionales de la salud no logran identificar una causa clara, la tos crónica puede ser tratada como una condición en sí misma, denominada tos crónica refractaria. En menores, algunos casos pueden clasificarse como tos habitual cuando no se identifica un desencadenante específico.
Tratamiento y manejo
El tratamiento de la tos crónica depende de la causa subyacente. En general, suele combinar medicamentos con cambios en el estilo de vida para mejorar el control de la tos y sus efectos en la vida diaria. Un plan personalizado, elaborado por un profesional de la salud, se adapta a las necesidades de cada persona.
Medicamentos
Existen múltiples fármacos que pueden emplearse para tratar la tos crónica, según la causa identificada:
- Antiácidos, bloqueadores de histamina (H2) o inhibidores de la bomba de protones (IBP) para manejar síntomas de ERGE y reflujo.
- Antibióticos para tratar infecciones bacterianas cuando están presentes o se sospechan.
- Antihistamínicos y sprays nasales para aliviar síntomas alérgicos y de la congestión nasal.
- Descongestionantes para aliviar el goteo postnasal.
- Expectorantes que diluyen la mucosidad, facilitando su eliminación al toser (existentes entre los fármacos de venta libre o por indicación médica).
- Mucolíticos para descomponer el moco espeso y facilitar su expulsión.
- Esteroides inhalados o broncodilatadores para reducir la inflamación o la hinchazón de las vías respiratorias, especialmente en casos de asma u otras afectaciones pulmonares.
En algunos escenarios, la retirada de un medicamento que podría estar causando la tos, como un inhibidor de la ECA, puede ser una estrategia válida, siempre bajo indicación médica. no se deben administrar medicamentos de venta libre a niños menores de 6 años sin la indicación expresa del pediatra.
Cambios de estilo de vida
Además de la medicación, ciertos cambios cotidianos pueden aliviar los síntomas y disminuir la frecuencia de la tos:
- Descansar lo suficiente y mantener una hidratación adecuada.
- Seguir una alimentación equilibrada y evitar factores desencadenantes identificados (por ejemplo, ciertos alimentos si se asocian al refluxo).
- Elevar la cabecera de la cama si se sospecha reflujo nocturno.
- Trabajar con el profesional de la salud para identificar alimentos o sustancias que agraven la tos y establecer un plan para evitarlos.
Qué sucede si la tos crónica no se trata
La tos crónica no tratada puede afectar la calidad de sueño y la vida diaria, generando fatiga y estrés. El esfuerzo constante de toser puede hacer que la persona se sienta autoconsciente o aislada socialmente.
En casos más graves, la tos crónica no controlada puede asociarse a complicaciones o molestias como:
- Sangrado en el ojo
- Fracturas de costillas por el esfuerzo repetido
- Mareo o aturdimiento
- Dolores de cabeza
- Hernias debido a la presión de toser
- Pérdida de control de la vejiga
- Dolor muscular en los músculos utilizados para la tos
Prevención
No siempre es posible prevenir la tos crónica, pero se pueden adoptar medidas para reducir el riesgo y reducir la morbilidad asociada:
- Dejar de fumar. Si ya fumas, dejar de hacerlo es una de las medidas más efectivas para reducir la tos y mejorar la salud respiratoria.
- Protegerse de gérmenes. Mantenerse al día con vacunas (por ejemplo, contra la gripe) y practicar medidas de higiene (lavado de manos, uso de mascarillas cuando corresponda) para disminuir las infecciones respiratorias.
- Consultar al médico de atención primaria. Hablar con un profesional para evaluar síntomas y decidir si se requieren pruebas o tratamientos específicos basados en la historia clínica y las señales actuales.
Cuándo consultar a un profesional de la salud
Cuándo iniciar la evaluación médica
Si la tos persiste más de 10 días sin explicación clara, se recomienda consultar a un profesional de la salud para una evaluación más detallada.
Señales de alerta que requieren atención urgente
Independientemente de la duración de la tos, ciertos síntomas requieren atención médica urgente o inmediata. Busca atención médica de forma prioritaria si presentas alguno de los signos siguientes:
- Aparición de sangre al toser.
- Sudores nocturnos intensos o drenching sweats
- Hipo o ronquera que persiste sin mejora
- Dificultad para respirar o sensación de falta de aire
- Dificultad para tragar
- Pérdida de peso inexplicada
- Sibilancias o silbidos al respirar
En presencia de cualquiera de estos signos, no dudes en buscar atención médica de forma urgente para recibir una valoración adecuada y oportuna.
Bibliografía
Autor
