Tos con flema: causas y tratamiento
La flema al toser es un síntoma común de infecciones respiratorias y de irritación de las vías aéreas. Su presencia, color y consistencia pueden ayudar a orientar hacia diferentes condiciones, desde procesos leves hasta problemas más graves. Este texto describe qué es la flema, qué puede causar su expulsión, cómo interpretar sus colores y texturas, y qué medidas de tratamiento y autocuidado pueden ser útiles, así como cuándo consultar a un profesional de la salud.
Qué es la flema al toser
La flema, también llamada esputo, es un tipo de mucosidad proveniente de los pulmones y de la garganta. Es más espesa que la mucosidad producida en la nariz y los senos paranasales. Expulsarla al toser suele ser un mecanismo para eliminar irritantes, infecciones o secreciones acumuladas en el árbol respiratorio. En condiciones normales, toser para expulsar flema es un proceso protector que ayuda a despejar las vías respiratorias.
La cantidad, la consistencia y el color de la flema pueden variar a lo largo del tiempo y, a veces, pueden reflejar la progresión de una enfermedad. En algunas situaciones, la presencia de flema al toser que no parece estar relacionada con un cuadro de gripe o resfriado podría indicar una condición subyacente que merece evaluación médica.
Factores y causas posibles
Numerosas condiciones pueden llevar a expulsar flema al toser, y estas pueden ir desde problemas leves hasta alteraciones más serias. A continuación se presentan las causas más comunes, organizadas por categorías.
Problemas de salud habituales
- Infecciones respiratorias: infecciones virales o bacterianas que afectan las vías aéreas, como bronquitis o neumonía, a menudo se acompañan de tos con flema.
- Alergias y reacciones alérgicas que irritan las vías respiratorias pueden provocar que se produzca flema y tos reflexiva.
- Asma: en algunas personas, el asma se manifiesta con tosproductora de flema, especialmente si hay inflamación de las vías respiratorias.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERD/GERD): el reflujo ácido crónico puede irritar la garganta y las vías respiratorias, provocando tos con flema.
- Enfermedades pulmonares crónicas: condiciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden presentar tos con flema, particularmente en etapas avanzadas o con infecciones añadidas.
Factores ambientales y de estilo de vida
- Fumar u exposición a humo de tabaco y otros irritantes puede aumentar la producción de flema y la tos.
- Bebidas con cafeína o alcohol pueden contribuir a la deshidratación y a la viscosidad de la flema en algunos casos.
- Deshidratación facilita que la flema sea más espesa y difícil de expulsar.
- Ambientes secos o con poco vapor pueden irritar las vías respiratorias y favorecer la producción de moco.
Qué significa el color y la consistencia de la flema
El color y la textura de la flema pueden ofrecer pistas útiles sobre su origen. Sin embargo, no sustituyen una evaluación médica cuando hay preocupación o síntomas persistentes. A continuación se describen las interpretaciones más comunes que se mencionan en la práctica clínica y en las guías generales.
Flema transparente o clara
La flema clara suele indicar que el cuerpo está intentando eliminar alérgenos como el polen o la caspa de mascotas. En algunos casos, podría asociarse a:
- Bronquitis viral: inflamación de las vías respiratorias causada por un virus.
- Neumonía viral: infección pulmonar de origen viral que puede presentarse con flema clara al inicio.
Flema amarilla o verde
La aparición de flema amarilla o verde suele sugerir que el cuerpo está combatiendo una infección. Con frecuencia, la flema cambia de amarillo a verde conforme persiste la infección. Entre las condiciones relacionadas se encuentran:
- Sinusitis (infección de los senos paranasales).
- Bronquitis (inflamación de los bronquios).
- Pneumonía (neumonía bacteriana o viral en algunas etapas).
- Fibrosis quística (en contextos específicos, más rara).
Flema blanca
La flema blanca puede estar asociada a varias situaciones, entre ellas:
- ERD/GERD con irritación de la vía aérea superior e inferior.
- EPOC o infecciones respiratorias por virus que no siempre generan flema de colores más intensos.
- Bronquitis viral en etapas tempranas.
- Señales de insuficiencia cardíaca congestiva en el contexto de síntomas como fatiga, dificultad para respirar o hinchazón de piernas (si se presentan, se debe buscar atención médica de inmediato).
Flema negra
La flema de color negro es poco frecuente y se denomina también melanoptysis. Sus causas pueden incluir:
- Fumar o exposición a humo importante.
- Exposición a polvo de carbón u otros materiales oscuros o tóxicos inhalados.
- Infecciones fúngicas específicas que pueden presentar este color en ciertas circunstancias, aunque son menos comunes.
Flema marrón o con manchas marrones
La flema marrón, de tono óxido o con manchas marrones suele sugerir presencia de sangre vieja en las vías respiratorias. Las condiciones que pueden acompañar este hallazgo incluyen:
- Bronquitis bacteriana o neumonía bacteriana en ciertas fases.
- Fibrosis quística en contextos compatibles.
- Aspiro de polvo u otros materiales o exposición a toxinas que se depositan en la mucosa.
- Neoplasias o abscesos pulmonares en escenarios específicos; la presencia de sangre activa suele requerir evaluación adicional.
Flema con sangre (roja o rosada)
La tos con flema que contiene sangre o está teñida de rojo o rosa es motivo de evaluación urgente. Las causas posibles incluyen:
- Neumonía u otras infecciones graves.
- Embolia pulmonar (coágulo de sangre en el pulmón).
- Insuficiencia cardíaca congestiva con presencia de flema rosada y espumosa, dolor en el pecho, sudoración y dificultad para respirar.
- Tuberculosis u otros procesos infecciosos crónicos.
- Cáncer de pulmón en escenarios relevantes y con otros signos.
Si toses sangre sin flema, es decir, sin expectorar moco, también debe buscarse atención médica de inmediato o acudir a una sala de emergencias.
Tratamiento y manejo
La estrategia para controlar la tos con flema depende de la causa subyacente. A continuación se resumen enfoques habituales y recomendaciones generales, centradas en la seguridad y la comodidad del paciente.
Cómo detener la tos que produce flema
La intervención terapéutica se orienta a la causa concreta que genera la producción de flema. Algunas pautas generales son:
- Si la causa es alérgica: pueden indicarse descongestionantes, antihistamínicos o corticosteroides inhalados para reducir la inflamación de las vías aéreas.
- Si hay infección: en función del tipo de infección, podría recetarse un tratamiento con antibióticos si se sospecha o se confirma una infección bacteriana. En infecciones virales, el manejo suele centrarse en alivio de síntomas y tiempo de recuperación.
- Si el causante es GERD: pueden emplearse antiácidos o medicamentos que reduzcan la acidez estomacal y disminuyan la irritación de la garganta y las vías respiratorias.
Es importante destacar que la tos puede resolverse por sí sola en algunos días. Si la tos con flema persiste durante dos semanas o más y no hay mejoría, se recomienda consultar a un profesional de la salud para una evaluación más completa y, si fuera necesario, pruebas diagnósticas adicionales.
Qué hacer en casa para favorecer la expulsión de flema
Además del manejo médico, existen medidas de autocuidado que pueden facilitar la expulsión de flema y disminuir la irritación:
- Usar un humidificador o tomar duchas de vapor: mantener el ambiente húmedo ayuda a aflojar la flema y facilita la tos productiva.
- Mantenerse hidratado: beber abundante agua y líquidos sin cafeína ayuda a disminuir la viscosidad de la mucosidad y previene la deshidratación.
- Gárgaras con agua salada: disolver media cucharada de sal en un vaso de agua tibia y hacer gárgaras para aliviar la congestión de la garganta.
- Expectorantes de venta libre: algunos productos de venta libre pueden ayudar a fluidificar la flema y facilitar su expulsión; es importante seguir las indicaciones del prospecto y consultar a un farmacéutico si se tienen dudas.
- Productos con aceite de eucalipto de uso externo (por ejemplo, ungüentos o friegas) pueden ayudar a aliviar la congestión torácica; utilizarlos según las indicaciones del etiquetado y evitar su uso en niños pequeños o sobre piel irritada.
Es fundamental evitar fumar y reducir la exposición a irritantes ambientales cuando se presente tos con flema, ya que esto puede empeorar la inflamación y la producción de mucosidad.
Cuándo llamar o consultar al médico
En algunas situaciones, es necesario buscar atención médica para descartar condiciones que requieren tratamiento específico o una evaluación detallada. Debes programar una cita con un profesional de la salud si:
- La tos persiste por más de dos semanas, incluso si la flema cambia de color o no mejora.
- La flema no es clara o presentas un color que te preocupe (amarilla, verde, marrón, negra o roja) sin mejora o con otros síntomas.
- Apuntes signos de alarma: fiebre, dificultad para respirar, sibilancias severas, dolor en el pecho, confusión, desorientación o debilidad marcada.
Si toses sangre con flema, o si la sangre aparece sin flema, acude de inmediato a un servicio de urgencias o busca atención médica urgente.
Preguntas habituales
- ¿La tos con flema es algo beneficioso? Sí. Expulsar flema ayuda a eliminar irritantes, alergenos e infecciones de las vías respiratorias y puede disminuir la duración de la infección o la irritación si la causa es leve. No obstante, su presencia también puede señalar un proceso que requiere evaluación, especialmente si es prolongada o cambia de color.
- ¿Puede ser un síntoma de COVID-19? En general, la COVID-19 suele comenzar con tos seca en muchos casos. A medida que la infección progresa o en ciertas variantes, algunas personas pueden presentar producción de flema. Ante cualquier tos persistente o con otros síntomas compatibles, se recomienda realizar la evaluación diagnóstica correspondiente.
- ¿Cuándo debo preocuparme por la flema que toso? Debes consultar si la tos dura más de dos semanas, si la flema cambia de color (especialmente a amarillo, verde, marrón, negro o rojo) o si aparece sangre, fiebre alta, dificultad para respirar, dolor en el pecho o signos de empeoramiento general. En caso de presentar sangre con flema, busca atención médica de forma prioritaria.
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