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Melioidosis: Causas, Síntomas, Transmisión y Tratamiento

Fuente

La melioidosis es una infección causada por la bacteria Burkholderia pseudomallei, que se adquiere por contacto directo con suelo o agua contaminados. Sus síntomas varían según la vía de infección y la presencia de condiciones de salud subyacentes. Puede afectar a humanos y animales, presentándose en pulmones, piel, sangre o de forma diseminada; el tratamiento antibiótico en dos fases es esencial para la curación y para reducir el riesgo de recaídas.

Qué es y dónde se encuentra

Definición y características

La melioidosis, también llamada a veces enfermedad de Whitmore, es una infección provocada por la bacteria Burkholderia pseudomallei. Puede afectar a personas y a animales. En humanos, la transmisión no se produce a partir de la transmisión directa entre personas, sino por contacto con el medio ambiente contaminado. La bacteria vive en suelos y aguas superficiales y puede causar una variedad de cuadros clínicos, desde infecciosos localizados hasta formaciones diseminadas que comprometan varios órganos.

Distribución geográfica y presencia ambiental

La bacteria responsable de la melioidosis se identifica con mayor frecuencia en suelos y cuerpos de agua de zonas tropicales y subtropicales. En particular, es más común en Norte de Australia y el sureste asiático, con énfasis en países como Tailandia, Singapur y Malasia. Sin embargo, se han descrito casos en diferentes partes del mundo. En Estados Unidos, se reportó la presencia ambiental de B. pseudomallei a lo largo de la costa del Golfo de Mississippi en 2022. En 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades identificaron un caso de melioidosis vinculado a un ingrediente contaminado con la bacteria en un producto de aromaterapia; posteriormente, otros tres individuos en distintos estados desarrollaron la infección a partir del mismo ingrediente contaminado.

Quienes resultan afectados con más frecuencia

En áreas donde la melioidosis es más prevalente, la infección tiende a presentarse con mayor frecuencia en adultos de 40 a 60 años, especialmente si existen condiciones subyacentes de salud. Los niños menores de 15 años son mucho menos propensos a presentar la enfermedad.

Factores de riesgo y exposición

Factores de riesgo conocidos

  • Diabetes.
  • Trastornos por consumo de alcohol.
  • Enfermedad renal crónica.
  • Enfermedad pulmonar crónica (por ejemplo, fibrosis quística o EPOC).
  • Cáncer u otros estados de inmunosupresión, que pueden disminuir la capacidad del organismo para combatir la infección. En estos patrones, el VIH no parece aumentar el riesgo de melioidosis.
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Factores ocupacionales y de exposición

Trabajos o aficiones que implican contacto frecuente con suelo y agua superficial en áreas donde B. pseudomallei es común elevan el riesgo. Ejemplos incluyen jardinería, paisajismo y labores agrícolas al aire libre, especialmente en zonas de mayor endemicidad.

Manifestaciones clínicas: síntomas y cuadros típicos

Patrones de presentación según la localización de la infección

Los síntomas dependen de dónde se aloja la infección y pueden presentarse de forma aislada en la piel, en los pulmones, en la sangre o en múltiples órganos de manera diseminada. A continuación se describen las manifestaciones por órgano:

Melioidosis pulmonar (neumonía por melioidosis)

  • Tos
  • Disnea o dificultad para respirar
  • Dolor torácico
  • Fiebre
  • Pérdida de apetito
  • Dolores de cabeza

Melioidosis cutánea (infección localizada de la piel)

  • Órdenes de llagas, úlceras o abscesos
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Fiebre

Melioidosis en sangre (septicemia)

La infección en la sangre puede presentarse junto con síntomas de la piel o del pulmón. Los signos típicos de septicemia incluyen:

  • Fiebre alta
  • Fatiga extrema
  • Dolor de cabeza
  • dificultad para respirar o disnea
  • Dolor abdominal
  • Dolor articular
  • Confusión, desorientación u otros cambios mentales

Melioidosis crónica o diseminada

En algunos casos, la enfermedad progresa de forma lenta y persiste durante dos meses o más, con diseminación de la bacteria a múltiples sistemas. Los síntomas pueden incluir:

  • Tos crónica
  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Sudores nocturnos
  • Tos con sangre
  • Dolor abdominal o torácico
  • Dolor muscular o articular
  • Dolores de cabeza y, en algunas ocasiones, convulsiones

Incubación y cronología de la enfermedad

En la mayoría de los casos, los síntomas aparecen entre una y cuatro semanas tras la infección (período de incubación). Sin embargo, existen reportes de cuadros que se manifiestan meses o incluso años después de la exposición a B. pseudomallei.

Cómo se produce la infección

Causa principal

La Burkholderia pseudomallei es la causante de la melioidosis. Queda establecida en cuerpos de agua superficiales (arroyo, ríos, lagos) y en el suelo, principalmente en zonas tropicales o subtropicales.

Mecanismos de entrada al organismo

La infección se adquiere a través de contacto directo con agua o suelo contaminados. La bacteria puede ingresar al cuerpo de varias formas:

  • A través de una rotura en la piel.
  • Por vía inhalada (inhalación).
  • Por aspiración de agua contaminada hacia los pulmones.
  • Por ingestión de agua contaminada o al poner agua contaminada en la boca.

Las infecciones por B. pseudomallei son más prevalentes durante las temporadas de lluvias o tras lluvias intensas.

Transmisión de persona a persona

La transmisión de persona a persona es poco frecuente. La vía habitual de infección es el contacto con suelo o agua contaminados.

Diagnóstico y pruebas

Cómo se diagnostica la melioidosis

El diagnóstico se realiza a partir de la valoración clínica y pruebas de laboratorio. El equipo de atención médica evaluará los síntomas, realizará un examen físico y obtendrá muestras de sangre u otros fluidos corporales para su análisis. También se explorará la historia ocupacional y de viaje para identificar posibles exposiciones al entorno con bacterias.

Pruebas de laboratorio utilizadas

Las muestras obtenidas pueden incluir:

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  • Orina
  • Efectos mucosos o esputo
  • Pus de un absceso cutáneo

En el laboratorio, se pueden detectar anticuerpos y realizar cultivos para B. pseudomallei. El cultivo y la identificación bacteriana son métodos clave para confirmar la melioidosis.

Tratamiento y manejo

Enfoque general

El manejo de la melioidosis implica dos fases de antibióticos de amplio espectro. La primera fase es de intensidad, administrada por vía intravenosa durante al menos dos semanas. La segunda fase es de erradicación y consiste en la toma de tabletas durante un mínimo de tres meses. Dependiendo de la severidad, pueden requerirse enfoques complementarios como el drenaje de abscesos.

Fase intensiva (aguda)

  • Antibióticos por vía intravenosa durante al menos dos semanas.
  • Opciones comunes de antibióticos inyectables pueden incluir fármacos de amplio espectro adecuados al cuadro clínico.

Fase de erradicación

  • Tratamiento oral durante al menos tres meses para eliminar la bacteria
  • Posibles esquemas incluyen combinaciones de fármacos para garantizar la erradicación de la infección y reducir el riesgo de recaída

Antibióticos específicos

Entre los antibióticos que pueden emplearse en la melioidosis se mencionan:

  • Ceftazidima (injetable).
  • Meropenem (injetable).
  • Imipenem (injetable).
  • Opciones orales: trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) y amoxicilina/clavulánico (co-amoxiclav).

La selección del esquema específico depende de la severidad, la localización de la infección y la respuesta individual al tratamiento. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos para drenar abscesos u otras intervenciones para manejar complicaciones localizadas.

Pronóstico, complicaciones y curso

Perspectiva de recuperación

La mayoría de las personas que no tienen condiciones subyacentes y que reciben tratamiento oportuno pueden recuperarse por completo de la melioidosis. El tratamiento puede extenderse durante meses para lograr la erradicación completa de la bacteria. En algunos casos, los síntomas pueden volver tras completar el tratamiento, fenómeno conocido como recaída.

Factores que influyen en el pronóstico

El pronóstico es peor en presencia de enfermedades subyacentes o cuando no se logra un diagnóstico y tratamiento tempranos. la gravedad del cuadro y los órganos afectados influyen significativamente en el resultado.

Complicaciones posibles

  • Infección ósea (osteomielitis).
  • Infección de las articulaciones (artritis séptica).
  • Aparición de collections de pus (abscesos) en piel, pulmón, hígado, bazo, cerebro u otros órganos.
  • Síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS).
  • Sepsis, con respuesta sistémica grave y daño orgánico potencialmente mortal.

Prevención y reducción del riesgo

Medidas preventivas recomendadas

  • Personas con diabetes o enfermedad renal crónica deben evitar el contacto con suelo y agua estancada cuando sea posible.
  • Usar botas impermeables al caminar sobre suelo húmedo, agua estancada o lodo.
  • Usar guantes al jardinear o trabajar con suelo.
  • Proteger las heridas o llagas con coberturas adecuadas para evitar la entrada de agua o suelo contaminados.
  • Ducharse o limpiarse bien tras estar en suelo o agua fangosa o trabajo al aire libre.
  • Usar una mascarilla al cortar el césped, hacer trabajos de maleza o utilizar agua a alta presión alrededor del suelo.
  • En caso de exposición sospechada a B. pseudomallei, el profesional de salud puede recomendar la profilaxis antibiótica posexposición para prevenir la melioidosis.

Vida diaria y manejo a largo plazo

Cuidados personales y adherencia al tratamiento

Si se ha confirmado el diagnóstico de melioidosis, es crucial tomar todos los fármacos según lo prescrito. Abandonar la medicación antes de completar el curso puede aumentar el riesgo de recaída o de recaída más severa. Mantener las citas de seguimiento es fundamental para supervisar la respuesta al tratamiento y detectar cualquier efecto adverso.

Complicaciones y vigilancia

La melioidosis puede diseminarse a diversos lugares del cuerpo. Por ello, es importante comunicar cualquier variación en los síntomas o aparición de signos nuevos durante o después del tratamiento, como empeoramiento de la tos, fiebre persistente, dolor localizado o fatiga inusual.

Cuándo buscar atención médica

Acude a tu profesional de salud de inmediato si presentas síntomas compatibles, especialmente si resides o has viajado recientemente a áreas donde B. pseudomallei es común. Un tratamiento rápido ofrece las mejores probabilidades de recuperación completa.

Cuándo acudir a urgencias

Busca atención de emergencia ante síntomas de enfermedad grave, como:

  • Fiebre alta sostenida (> 39.4 °C o 103 °F).
  • Dificultad respiratoria severa o súbita.
  • Dolor abdominal intenso.
  • Confusión, desorientación u otros cambios mentales.
  • Dolor torácico agudo o convulsiones.

Preguntas útiles para hacer a tu equipo de salud

  • ¿Cómo debo tomar mi medicación y durante cuánto tiempo?
  • ¿Cuándo debo volver para un seguimiento y evaluación de progreso?
  • ¿Cuándo empezaré a sentir mejoría y qué signos indican alivio de la infección?
  • ¿Qué síntomas deben justificar una visita a urgencias?
  • ¿Qué pautas de manejo de síntomas puedo seguir en casa?
  • ¿La melioidosis es contagiosa para otras personas?

Bibliografía

Autor

Autor Íñigo Aranda Íñigo Aranda Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar. Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.