Electroeyaculación: Propósito, Procedimiento y Resultados
La electroeyaculación es un procedimiento médico para obtener espermatozoides cuando una persona no puede eyacular de forma natural, normalmente por lesiones de la médula espinal, neuropatías u otros trastornos. Consiste en estimular la glándula prostática mediante un dispositivo eléctrico introducido por el recto para provocar la eyaculación y recoger el semen, que puede conservarse para tratamientos de fertilidad como inseminación artificial o fecundación in vitro. A continuación se explican sus fundamentos, cuándo se indica, cómo se realiza, posibles beneficios y riesgos, y qué esperar tras el procedimiento.
Qué es la electroeyaculación y su finalidad
La electroeyaculación es una técnica para extraer semen cuando la eyaculación espontánea no ocurre. En la práctica, un profesional de la salud introduce un estimulador eléctrico a través del recto para acercarse a la glándula prostática. Las corrientes suaves generan contracciones que provocan la eyaculación, liberando semen y espermatozoides. En ocasiones se coloca un catéter en el pene para recoger el semen adicional que pueda liberarse, y/o para recoger orina durante el procedimiento. El material liberado se conserva para su uso futuro en tratamientos de fertilidad.
Qué papel tiene la eyaculación
La eyaculación es la liberación de semen y espermatozoides. Los espermatozoides son las células reproductivas masculinas. El semen es el líquido seminal que acompaña a los espermatozoides durante la eyaculación, manteniéndolos viables para la concepción. En la mayoría de las personas, la eyaculación se produce durante la fase de clímax en el ciclo de respuesta sexual. El sistema nervioso central controla la capacidad de eyacular. Al estar excitado sexualmente, los vasos sanguíneos del pene se llenan de sangre, provocando una erección. Alcanzar el pico de excitación genera la eyaculación mediante contracciones de los conductos que almacenan y transportan el esperma, las glándulas prostática y vesículas seminales que secretan líquido seminal, y los músculos en la base del pene que impulsan el semen y los espermatozoides hacia la abertura del pene.
Quién puede necesitar la electroeyaculación
Ciertas condiciones pueden afectar la capacidad de eyacular y contribuir a la infertilidad masculina. En algunos casos, la electroeyaculación forma parte de los tratamientos de fertilidad para concebir un hijo biológico. Entre las situaciones y trastornos asociados se incluyen:
- Neropatía diabética (daño nervioso causado por la diabetes).
- Esclerosis múltiple.
- Parálisis o lesiones de la médula espinal.
- Disfunción sexual, incluida disfunción eréctil y problemas eyaculatorios.
Quién realiza la electroeyaculación
La intervención la realiza un urólogo, médico especializado en condiciones que afectan el sistema reproductivo y urinario. El procedimiento puede realizarse en la consulta, en una clínica ambulatoria o en un hospital. Es una intervención ambulatoria, lo que significa que el paciente suele regresar a casa el mismo día.
Qué sucede antes de la electroeyaculación
Antes de realizar la electroeyaculación, el equipo médico puede intentar primero una alternativa llamada estimulación vibratoria peneana (PVS). Si la estimulación prostática no es suficiente para provocar la eyaculación, se puede aplicar la electroeyaculación. En algunos casos se pueden administrar fármacos para facilitar una erección, de modo que el procedimiento pueda llevarse a cabo con mayor seguridad y eficacia. el plan previo puede incluir:
- Pruebas o ensayos previos de estimulación para evaluar la respuesta eyaculadora.
- Medicamentos para lograr una erección cuando sea necesario.
- Preparación para el uso del estimulador y las medidas de seguridad durante la intervención.
Qué sucede durante la electroeyaculación
El procedimiento puede realizarse bajo anestesia general para ayudar a dormir durante la intervención. Si no hay sensación por debajo de la cintura, la anestesia puede no ser necesaria. El paciente puede colocarse en decúbito supino (boca arriba) o de lado durante la intervención. El equipo médico sigue estos pasos:
- Inserta un catéter a través de la uretra para vaciar la vejiga de orina.
- Inyecta una medicación a través del catéter hacia la vejiga para disminuir la acidez del órgano y proteger el esperma que pueda entrar en la vejiga durante la eyaculación retrógrada.
- Introduce un dispositivo estimulador lubricado en el ano y recto, en las últimas porciones del sistema digestivo.
- Coloca el dispositivo junto a la glándula prostática.
- Activa el dispositivo para enviar una corriente eléctrica suave a la glándula prostática. Se interrumpe la corriente después de uno a dos segundos, formando un ciclo de estimulación.
- Repite el ciclo de estimulación, aumentando gradualmente la intensidad hasta que se produzca la eyaculación (habitualmente tras dos o tres ciclos).
- Utiliza el catéter para recoger el semen y los espermatozoides desde el pene y la vejiga.
- Retira el catéter y el dispositivo estimulador.
Qué ocurre después de la electroeyaculación
Mientras el paciente permanece bajo anestesia o está en recuperación, el equipo médico puede realizar un análisis inmediato del semen para valorar el volumen y la calidad de los espermatozoides. Si se detectan espermatozoides sanos con potencial de concepción, el laboratorio puede congelar y almacenar el semen para su uso posterior en tratamientos de fertilidad (banca de esperma).
Si no hay espermatozoides en el eyaculado (azoospermia) o si los espermatozoides no permiten concebir, el médico puede proponer una extracción de espermatozoides desde los testículos (solo si el paciente ha aceptado este procedimiento de antemano). Este procedimiento permite obtener espermatozoides directamente de los testículos. Si se opta por la extracción de espermatozoides testiculares en un momento posterior, será necesario someterse a otra intervención quirúrgica.
Concepción tras la electroeyaculación
Existen diferentes vías para lograr la concepción tras la obtención de espermatozoides mediante electroeyaculación:
- Inseminación artificial o inseminación intrauterina (IUI): durante este procedimiento, el esperma obtenido se inyecta en el útero de la pareja o de la mujer que recibe el tratamiento.
- Fecundación in vitro (FIV): en un laboratorio, los espermatozoides se utilizan para fertilizar los óvulos de la pareja o de la gestante sustituta, creando embriones que luego se transferirán al útero. También existe la opción de congelar embriones para uso futuro.
Beneficios y riesgos
Ventajas esperables
La electroeyaculación puede permitir que las personas con determinadas condiciones médicas concreten un embarazo biológico mediante técnicas de fertilidad. Al recuperar espermatozoides viables para utilizar en IUI o FIV, aumenta la posibilidad de concepción cuando la eyaculación espontánea no es posible.
Riesgos y consideraciones
Entre los posibles riesgos se incluyen:
- En personas con lesión de la médula espinal, la electroeyaculación puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial; el equipo médico vigilará estrechamente la aparición de estas complicaciones.
- En casos raros, el dispositivo estimulador podría provocar quemaduras en la piel o en el área de aplicación.
Recuperación y perspectivas
Tras el procedimiento, es posible experimentar dolor leve y molestias durante los primeros días. Se pueden usar analgésicos de venta libre para aliviarlo. La disuria, es decir, dolor al orinar, también es común durante un periodo corto. Si la molestia al orinar persiste por más de tres días o si aparecen otros signos de infección de las vías urinarias, se debe consultar al médico para recibir tratamiento con antibióticos si fuera necesario.
Cuándo contactar al médico
Debe buscar atención médica si aparece alguno de estos síntomas o signos:
- Sangre en la orina (hematuria) o sangre en las heces (rectal).
- Dificultad para orinar, aumento de la frecuencia urinaria o urgencia urinaria frecuente.
- Tos o signos de fiebre y escalofríos que acompañan a infecciones o complicaciones.
- Náuseas o vómitos.
- Pain al orinar que persiste más de tres días o presencia de otros síntomas compatibles con una infección urinaria.
En cualquier caso, el equipo médico deberá informar sobre cuidados posoperatorios, señales de alarma específicas y el plan para la recuperación y el manejo de la fertilidad, adaptado a las necesidades individuales de cada persona.
Vídeo sobre Electroeyaculación: Propósito, Procedimiento y Resultados
Bibliografía
Autor
Íñigo Aranda
Íñigo Aranda es un apasionado de la divulgación en salud y bienestar.
Con experiencia investigando hábitos saludables y tendencias médicas, dedica su tiempo a compartir información clara y práctica.